Volver al Blog

😀🙋🏻‍♀️ ¿Cómo superar el miedo a vender?

Estás ahí, cara a cara con tu cliente, tienes que hablarle y contarle sobre un producto o servicio… ves al cliente y de repente, me da miedo y me da vergüenza vender, ¿te ha pasado alguna vez esto?.

No voy a venderle, y si me dice que no, qué vergüenza, y si me dice que no quiere, luego me voy a quedar de bajón, ¿te ha pasado?, pues hoy voy a enseñarte, cómo superar esta vergüenza y este miedo a vender, porque aunque no lo creas es algo muy común.


  1. Lo primero que tienes que pensar, reflexionar y darte cuenta es, ¿Qué siento?, ¿siento miedo o siento vergüenza?. 

Imagínate que lo primero que sientes es vergüenza, ¿por qué siento vergüenza?, siento vergüenza por si me dicen que no, porque si me dice que no en el fondo pienso que me está diciendo que no a mí, y me da vergüenza porque en el fondo siento que me están rechazando.

O me da vergüenza porque pienso que lo estoy haciendo mal o  porque a lo mejor pienso que le estoy obligando a comprar, o me da vergüenza porque pienso que le estoy obligando a gastarse un dinero que no tiene, o no mira Kelly, a mí me da miedo porque soy muy tímida y me cuesta exponerme, y entonces me da miedo exponerme porque pienso que cuando estoy vendiendo me expongo excesivamente, y entonces me da miedo que me digan que no, porque eso es como que lo he hecho mal y me están rechazando.

Si te das cuenta el miedo y la vergüenza pueden tener detrás los mismos motivos, las mismas creencias.

Primero que sepas que una creencia es tu opinión sobre algo, y es tu opinión, que no significa que sea cierto, puedes tener unas creencias sobre las ventas y yo puedo tener otra. 

Las tuyas son ciertas para ti y las mías son ciertas para mí. ¿Cuál es el problema?, que si tienes ese miedo a vender o esa vergüenza a vender, no te ayudan, porque tienes un negocio y el negocio está basado en las ventas, está basado en las relaciones. 

Entonces, ¿Qué pasa con tus creencias?, que esas creencias no te ayudan a avanzar en tus objetivos, no son ni buenas, ni malas simplemente no te ayudan a avanzar.

¿De dónde vienen?, estas creencias vienen de cuando eras pequeña, sobre todo hasta los 7 años, la mayoría de nosotros hemos sido criados tanto en casa, como en el colegio y en la sociedad pensando que los comerciantes son personas que piensan solo en ellos mismos, o que la gente que vende se aprovechan de los demás, o los comerciales engañan, o solo piensan en el dinero, realmente quieren sacarte el dinero.

Piensas que estas creencias son válidas para ti, no te gustan los comerciales que hacen perder el tiempo, realmente  te obligan a comprar, no te gusta que vengan cuando vas a una tienda a comprar  te gusta ir a tu aire, estas son tus creencias y como te he dicho no son ni buenas ni malas, simplemente son tus creencias, lo único que tienes que plantearte es, ¿te ayudan a conseguir tus objetivos?.

Por otra parte, si piensas que te da miedo o te da vergüenza vender porque en el fondo te sientes rechazada, aunque nunca te lo hayas planteado realmente hay parte de esto, entonces lo primero que tienes que hacer es darte cuenta y pensar de manera racional esa creencia que está ahí, que nunca nos habíamos planteado, que no era correcta y que no nos ayuda a nuestro objetivo. Plantéate, que me digan que no, no significa que me están rechazando a mí como persona, yo no tengo menos valor porque una persona me diga que no quiere algo que yo tengo que ofrecerle o que venderle, el valor no está en las manos de las otras personas, tu valor está solamente en tus manos y en ti misma, nadie decide el valor que tienes, tú decides el valor que tú tienes, si alguien te dice que no a un producto o un servicio no te está rechazando a ti, no te está infravalorado, simplemente está diciendo que no en esa ocasión, a ese servicio y cómo se lo has planteado, tu valor no está en juego y esto es lo primero que tienes que darte cuenta.


  1. Luego, tienes que ver este acto de vender como ayuda a otras personas. A partir de ahora cuando vayas a vender no vendas, simplemente informa a las personas sobre tus productos, sobre sus beneficios y cómo le van a ayudar en su día a día. No vayas con la idea de: voy a venderle, sino con la idea de: voy a ayudarle a ver los beneficios de mis productos y de mis servicios, y esto cambia porque cuando te percibes como una persona que ayuda a otras personas a tomar la mejor decisión, ya cambia el enfoque desde donde viene. 

En las ventas tienes que ser neutra, ¿Qué quiere decir esto?, ¿Qué no tienes que ir con ganas de vender?, claro que sí y al mismo tiempo no, es que tienes que ir con el enfoque, con el sentimiento de que vas a ayudar a que la persona tome la mejor decisión para ella, y aquí tienes que ser honesto, no puedes pretender vender tus productos o tu servicio a toda costa, si eso no va a ayudar a esa persona.

Si vas con actitud de necesidad, de que tengo que vender sí o sí, eso es algo que se nota, aunque no lo estés diciendo con palabras, pero se ve ese trasfondo, se ve que tu enfoque es en vender, tu enfoque debe ser en ayudar y desligarse absolutamente del resultado. El resultado puede ser si lo compra o no lo compra. Pero deslígate del resultado, solo tienes que intentar ofrecer los beneficios de tu producto o servicio, escuchar lo que te dice la persona, entender primero para luego poder re-enfocar los beneficio del producto.

Cuando la persona te dice no al producto, realmente te está diciendo, no estoy convencida de que eso me ayude con mi problema o de que esto sea lo que yo necesito, escucha porque esa persona te dice que no, e intenta adaptar los beneficios de tu servicio o producto a esa persona, pero olvídate del resultado que te diga sí o que te diga no, entiende, escucha y habla de los beneficios. 

Luego tienes que darte cuenta de que la venta es algo matemático, es una estadística pura y dura, si hablas con 10 personas sobre tus productos o tus servicios hay un porcentaje de ellas que te van a decir que no, depende de lo buen vendedor que sea y del buen producto o servicio que tengas, te van a comprar más o menos.

La media en una venta presencial suele ser que 30% te va a decir que sí y un 70% que no, si estás vendiendo algo súper bueno para esas personas y esa persona está muy cualificada pues igual el 70% te diga que sí, pero siempre va a haber un porcentaje que te diga que no. 

Hay muchas cosas que influencian en ese porcentaje, pero lo que quiero que veas, es que la venta es estadística, nunca le vas a vender a 10 personas y vas a obtener el sí de 30. 

Cuando estés vendiendo a partir de ahora y alguien te diga que no, tienes que pensar, perfecto uno menos. Ese no, va a ser que pronto ya tengas un sí. 

Nunca hay ventas sin no, es una estadística, es cierto que parte influencia tu producto, tus técnicas de ventas, pero hay otra parte que es estadística pura y dura, no vas a poder ayudar a todo el mundo con tus productos o tus servicios, porque hay personas que no les va, que no es su momento, no les va ahora, pero si después. Entonces piensa que la venta  es estadística pura y dura, y que cuando te digan no, tienes que decir genial, perfecto porque ya está más cerca mi sí, piensa que a la hora de dirigirte a nuevas personas va a haber si y va a haber no, que no siempre tiene que ver contigo, que no somos siempre el ombligo del mundo, tiene que ver con la persona, con que no es su momento, no es el momento de compra, no es su producto, no es para él ese producto o ese servicio que le ofreces, a partir de ahora la venta es una estadística, tienes unos números, tienes gente que te va a decir que no, tienes gente que te va a decir que sí, vete a hablar con todos porque a base de los NO tienes los SI.


  1. Mezclamos el tema de las ventas con la riqueza, la gente vende para hacerse rica y no vemos que hacerse rica es una opción muy válida, no es nada malo querer hacerse rico, lo malo es querer hacerse rico a costa del sufrimiento o de aprovecharse de otras personas, pero tú estás aquí con tus productos o tus servicios que ayudan a muchas personas, no a todas, pero a muchas personas sí. Tus productos o tus servicios serán idóneos para un tipo de persona y les ayudarán muchísimo, y tus productos y tus servicios no serán idóneos para otro grupo de personas y es perfecto, tienes que buscar a las personas a las que sí ayudan tus productos y tus servicios, y para eso tienes que recibir muchos no de otros grupos, porque la venta es estadística. Tienes que ver las creencias malas sobre la riqueza, sobre ganarte la vida, sobre las ventas, es importante que tengas bien claro el concepto sobre la riqueza, ¿Qué piensas sobre el ganar dinero?, ¿Qué piensas sobre tener un negocio y que eso sea aprovecharse de otras personas?, porque tienes que ver qué creencias tienes respecto a esto, y si tus creencias te ayudan a tus objetivos o ya no te ayudan, y a lo mejor tienes que dejarlas atrás. 

Ahora que ya eres más consciente sobre esto, piensa ¿Qué pasa si sigues tu día a día  con estas creencias antiguas?, ¿Qué pasa si sigues con estas creencias durante un año?, ¿Te van a ayudar a seguir a salir adelante con tu negocio o te van a pesar y te van a restar?, ¿Qué pasa si dentro de tres años sigues con las mismas creencias sobre el dinero, la venta y la riqueza?, ¿vas a estar más cerca de cumplir tus objetivos o vas a estar más lejos?, y ahora plantéate dentro de 10 años, ¿Qué pasa si dentro de 10 años sigues con estas mismas creencias sobre las ventas, sobre la riqueza, sobre ganar dinero, sobre avanzar, sobre tener éxito, sobre tu valor?, ¿estarás cumpliendo tus objetivos o no los estarás cumpliendo?, ¿Cuál será tu situación y a quién más va a afectar que sigas con estas mismas creencias a tu familia, a tu pareja, a ti misma, a tus hijos?, ¿de qué manera nos va a afectar?, ¿Cuánto tiempo vas a tener para dedicarle a tu familia, a tus hijos, y a ti misma si dentro de 10 años sigues con estas mismas creencias?, ¿Qué posibilidades económicas y cuál será tu situación en 10 años si sigues teniendo estas mismas creencias?. 

Esto es algo que tienes que plantear, y se que es doloroso, pero para cambiar una creencia lo primero que tienes que hacer es ser consciente de las actuales, lo que tienen que relativizar estas creencias que nunca te habías planteado y lo tercero es darte cuenta de cuál es el precio que estás pagando hoy por mantener estas creencias que ya no te sirven y qué ya no te ayudan a avanzar hasta los objetivos que quieres, y no solo darte cuenta de cuál es el precio que estás pagando hoy por mantener esas creencias, sino el precio que vas a pagar dentro de 2, 5 o 10 años por mantener estas mismas creencias que no te ayudan y a quién más va a afectar. 

Ahora que eres consciente, tienes que decidir cambiarla y cada vez que te plantees delante de un cliente piensa, si dicen que no, no me están diciendo que no a mí, la venta es una estadística y puedo ayudarles algo que te va a servir mucho es pensar en ese cliente que tu producto o tu servicio le encanto, le ayudó y le cambió la vida si puede ser, porque desde ese enfoque eres capaz de plantearte el vender como ayudar y ahora tienes que cambiar la palabra venta, por ayuda, yo ayudo a las personas a escoger mis servicios o mis productos si tienen beneficios para ellos.