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¿Te pasas el día trabajando y aún así te quedan un montón de tareas por hacer? ¿Quieres dedicarle tiempo a preparar ofertas o hacer algo por las redes sociales, pero no encuentras el momento para hacerlo? La gestión de las únicas 24 horas que tenemos en el día no se aprende en el colegio ni en la universidad. Pero si sigues estos cuatro hábitos dejarás de ir como un pollo sin cabeza.

El  primer hábito es que tienes que liberar tu mente. Imagina tu mente como el CPU de un ordenador, imagínate que tu ordenador tiene muchísima información ahí dentro, en esa cajita, y va muy lento. Seguramente es algo que ya hayas experimentado que por mucho que le das aquí o allá, tarda un montón en reaccionar, se vuelve súper lento y llega un momento que ya no le puedes meter más información. Tienes que liberarle, limpiar un poco ese disco, quitar la información para que puedas seguir trabajando porque si no sigues teniendo un ordenador pero el ordenador ya no es productivo, pues esto es lo mismo que le pasa a nuestra cabeza, si tienes un montón de información en la cabeza, realmente por muchas cosas que quieres hacer, no vas a ser productiva. Te vas a liar con esto, con lo otro vas a ir muchísimo más lenta. Por eso este primer hábito es liberar toda esa información que tienes en tu mente, que no tienes por qué tenerla ahí. Por ejemplo, poniendo en un calendario por escrito todas las tareas que tienes por hacer, compras, pagar facturas, preparar ofertas para el negocio, llevar a los niños a sus actividades.

Toda esta información que no necesitas tener en tu mente. Descárgala en listas de tareas en Google Calendar o en una agenda, pero no las tengas en tu mente. Porque aunque parezca que no es nada malo, al final tu mente tiene tantas cosas ahí dentro que no te vuelves productiva, empiezas a bajar tu productividad, como te pasa con el ordenador, descarga de tu mente todas estas cosas para volverte más productiva. 

El segundo hábito es organizar tu agenda con base en tu energía. Los humanos no somos iguales unos a otros, por ejemplo, yo estoy más cargada de energía por la mañana, por la mañana puedo hacer cosas mucho más pesadas o cosas que me requieren pensar mucho más. Mientras que por la tarde no me siento con tanta energía. Puedo ponerme a leer un libro, puedo ponerme a hacer alguna tarea que no me requiera mucha carga de esta CPU, pero si tengo que hacer algo más pesado o qué me cuesta, elijo por la mañana. 

¿Cuándo tienes más energía? Cuando tengas más energía es donde debes poner las tareas que te cuesta más hacer, porque son más de pensar o porque simplemente te hacen salir de tu zona de confort y tienes que tener más energía. Por ejemplo grabar vídeos para las redes sociales que te cuesta un montón y la dejas para la última hora de la noche, lo más probable que lo acabes postergando y procrastinando día tras día y al final no lo hagas. 

El tercer hábito es que pongas todas estas tareas que ya hemos visto en tu agenda. Yo utilizo Google Calendar porque es una agenda que me permite tener recordatorios y así me hace consciente de que tengo algo en la agenda, si no estás acostumbrada a seguir una agenda, lo único que tienes que hacer es al principio poner recordatorios para no olvidarte de ir a tu calendario en el Google Calendar, o tu agenda física para recordar todas las tareas que tienes que hacer y que no te olvides de ellas. 

El cuarto hábito es ver un poquito hacia atrás, mírala hacia la semana pasada, la semana que ya ha pasado. Mira.¿Qué tareas no has hecho? No para castigarte y darte ahí con un látigo. No para nada, sino para ver por qué no las has hecho. Hazlo de manera honesta, sin culparte. Tenemos que intentar delegar todas esas tareas que sabemos que no es necesario que las hagamos nosotras. O incluso es muy posible que tengas un montón de tareas por hacer que realmente no van a hacer ningún cambio en tu vida. Es posible que de todas esas tareas que no haces semana tras semana puedas delegar una parte, otra parte simplemente las borras de tu agenda porque no te van a llevar a ningún lado y con las que sabes que sí tienes que ponerte mira porque no la has hecho. Si no lo haces a lo mejor es una tarea muy pesada, divide esa tarea en bloques más pequeños, a lo mejor no lo haces porque realmente no tienes claridad en lo que tienes que hacer, a lo mejor tienes que pararte y hacer una estructura antes de llegar al día que hagas esa tarea. 

Si sabes que día tras día dejas tareas por hacer o no te enfocas en lo necesario porque te sientes agobiada, necesitas tener mi programa 2 horas más al día con el que podrás implementar un sistema simple que te permitirá ser dueña de tu tiempo y, por lo tanto, tener más rentabilidad en tu negocio. 

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